lunes, 25 de julio de 2011

redruM

"La sangre sirve sólo para lavar las manos de la ambición."
Lord Byron

Las cadenas, ceden ante una fuerza sobrehumana, las preguntas aparecen al saber que sellan la existencia de una no vida, que debería ser silenciosa. Un licor rojo, con sabor exquisito, marcando la firma de un pecado cometido, la locura desbocada manifestada por una mala decisión, se podrá descifrar el acertijo y encontrar a tiempo a la causa de los males. El olor a carne podrida revela mas de lo aparente, y las nubes  que se desvanecen solo son una pequeña muestra de lo que puede pasar, caerá la lluvia de sangre o no será necesario, el mal no golpea en un solo tiempo sino al compás del corazón desbocado, por la locura, marcado por un destino de finos hilos que va tejiendo la seda mas fina de un destino inevitable, el primer sello se rompe, cuando los rojos restos resuman  en la noche en que la luna se tiña de sangre, cada pequeño fragmento, de un gran momento, al final la llamada de una cena no invitada, o mas bien el encuentro con el mal elemental, pero acaso será este el final o solo el silencio previo a la tormenta.

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